Is a choice.

Decisiones. Crees tomarlas para tu bien, pero terminas tomándolas para los demás  O eso es en mi caso. Ya está. La moneda cayó. Ninguna de las dos caras es la que elijo, no las quiero, no me importan. O me importan tanto que aun así no quiero elegir por una. Ni quiero que el destino lo elija.
Recuerdo la explicación que le hice a mi amigo, y es la siguiente:
Tengo dos vasos. Los dos llenos. Supongamos que uno tiene Agua, y el otro tiene Jugo.
Tengo los dos vasos, llenos.
Me gustan los dos vasos, los tengo para mi, al alcance de mi mano.
Los dos vasos me van a quitar la sed, me van a hidratar, me van a ayudar.
Quiero los dos vasos.
Quiero tomarme los dos vasos.
No puedo tomarme los dos.
Tengo que elegir uno.
Voy a querer elegir ambos.
No puedo.

Pienso.
Si elijo el agua, me va a calmar la sed, me va a hidratar, me va a ayudar. Pero el jugo se lo toma otra persona, o se tira.
No quiero.
Si elijo el jugo, me va a calmar la sed, me va a hidratar, me va a ayudar. Pero el agua se la toma otra persona, o se tira.
Tampoco quiero.
Tomo decisiones:
No tomo ningún vaso. Dejo los vasos alejarse de mi. Me alejo de los vasos.
Me sentiré con sed, deshidratada, y mal.
Pero estaré haciendo un bien.
U otras personas se toman los vasos.
O los vasos se tiran.
Y yo, me deshidrato.

La conclusión que hay que sacar en esta historia, es que la opción de elegir siempre va a estar presente en la vida de cualquiera. Llegas a la opcion, por no haber tomado decisiones antes, por haber hecho algo mal en el camino, que ahora, en este momento, no te das cuenta, pero lo hiciste.
Elegir, siempre una opción
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